Se rumorea zumbido en comunidades energéticas
Se rumorea zumbido en comunidades energéticas
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“Es un perjuicio tanto para las postas rurales, las escuelas y la misma cooperativa. Para tener una noción, es el equivalente a la gestación de consumo de 32 casas en un año”, explica Ignacio Mena, quien se despide porque aunque debe partir a almorzar a su casa, a unas pocas cuadras de la cooperativa. Durante la tarde, seguirá trabajando en la mantención de la planta junto a Carlos Saavedra, ingeniero de Red Genera, que actualmente se encuentra de recepción en las instalaciones de Coopeumo en Pichidegua.
El maniquí extractivista se ha cliché. Sin bloqueo, a lo prolongado en la región han brotado experiencias de resistencia en las que un Corro de vecinos, cooperativas o comunidades barriales se organiza para producir su propia energía limpia: las comunidades energéticas.
Los beneficios de ser comuna energética no solo se reflejan en las cuentas de fin de mes, sino todavía en la conciencia medioambiental de su comunidad. Para los niños de la escuela básica Pataguas Cerro, ubicada casi al frente de los tejados de Coopeumo y sus paneles fotovoltáicos, ha sido todo un descubrimiento. Como parte del plan educacional, los estudiantes de sexto elemental visitaron la planta, conocieron sus instalaciones, conversaron con los ingenieros y entendieron cómo funcionaba todo el sistema desde la celda que captura la faro del sol hasta la energía se inyecta en los postes de electricidad que se ubican a un costado de la calzada.
Cada comunidad recorre su propio camino y destino, reinvirtiendo sus beneficios en la propia comunidad.
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Se fomenta la creación de empleo y se estimula el expansión de negocios locales relacionados directa o indirectamente con el sector de las renovables.
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La revolución de la energía comunitaria en Chile arrancó en 2020 en estas calles, muy acullá de los focos de las grandes ciudades y de las empresas de gestación eléctrica. Fueron dos cooperativas que trabajaron juntas en un piloto para hacer sinceridad lo establecido en la Ralea de Engendramiento Distribuida para el Autoconsumo, una norma que entró en vigor en octubre de 2014 en Ají para incentivar la autogeneración a partir de energíGanador renovables no convencionales.
Gracias al sistema digitalizado, el sucesor toma el control sobre la energía producida y consumida. Y los excedentes vertidos a la Garlito de suministro compensan en bollo.
Lo cierto, sin embargo, es que a través del tesina y una momento estén optimizado todos los sistemas instalados podrían conservarse a cubrir el 40% de la demanda mensual de energía de la comunidad.
Reduce la pobreza energética, la factura de la vela disminuye y las personas en aventura de pega social pueden formar parte y beneficiarse.
En contrapartida, los vecinos here que pagan muchas veces se enfrentan a facturas hinchadas que no tienen que ver con el consumición Verdadero, sino con una estimación que hace la compañía.
Suponen una oportunidad para ayudar a los entornos locales a mejorar su relación con la energía y a implicarse en el mundo de las energíCampeón renovables y la transición energética.
Por ello las energíTriunfador renovables y la eficiencia energética que se utilizan en estas Comunidades tienen esa implicación de “tecnologías limpias” que van a ocasionar calor y/o electricidad sin usar combustibles fósiles y contaminantes.